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El mundo es un pañuelo

 

¿Sabías que el Dixieland Jazz tiene sus raíces en las islas Canarias? ¿No? ¡No me extraña, ni siquiera lo saben los Isleños o los canarios! ¡Que afirmación tan atrevida! Pero cuando el río suena, agua lleva. Y este “agua” la encontré en un mar de informaciones:

 

¡Alcide “Yellow” Nuñez, mejor clarinetista del mundo, pionero del Jazz, miembro fundador de la Original Dixieland Jass Band (está documentado que ellos fueron los que acuñaron el término “Jazz” en 1918), escribió el Livery Stable Blues, que apareció en la primera grabación de un disco de Jazz en 1917, un éxito del que se vendieron un millón de copias!

¡Imagínate, en1917 – un sueño para cualquier artista! Y este Alcide “Yellow” Nuñez es un isleño de verdad con sangre canaria.

 

Este descubrimiento me obliga a interrumpir mi búsqueda por las coincidencias entre los años veinte y la actualidad para echar un ojo a este personaje. Pero empecemos desde el principio:

 

Como el país había pertenecido primero a España, luego a Francia y después a los Estados Unidos, Luisiana era a finales del siglo 19 una mezcolanza de gentes e idiomas. Los esclavos, negros y blancos, se comunicaban en los campos por un esquema de canto y ritmo,

parecido al silbo gomero, que estaba apunto de desaparecer. El Jazz original surgió de los gritos y canciones de los trabajadores africanos (por cierto, África está a solo 300 kilómetros de Canarias) con sus canciones de cuna, los espirituales y el blues, sin olvidar la música europea, sobre todo la española con sus himnos, marchas y música popular y de danza, como por ejemplo el flamenco.

En estos tiempos los territorios al sur de la línea Mason-Dixon se denominaban “Dixieland”. A partir del siglo veinte este término simbolizaba el Jazz tradicional como lo tocaban y lo siguen tocando los blancos.“Dixie” viene - ¡es seguro! – de la época francesa para denominar los billetes de diez dólares que llevaban impresa la palabra “dix”, o sea diez en francés y se usaba popularmente en Nueva Orleáns.

 

Ya sabemos de donde viene “Dixieland”. ¿Pero la palabra “Jass”? Simplemente era una palabrota que se usaba en los barrios bajos, el término en sus orígenes tenía una connotación sexual parecido a la palabra “cachondo” o “joder”, sin ninguna relación con un estilo de música. La expresión “to jazz it up” quiere decir “poner cachondo” o “excitar” y antiguamente se usaba también para “acelerar” o “agitar”.

 

¡Adelante con nuestra historia!

 

Empecé a buscar a Alcide Nuñez y pude contactar con su tataranieto, Robert Nunez, vía Internet. Robert, que siguió los pasos de su bisabuelo y toca la tuba en la Louisiana Philharmonic Orchestra desde hace 18 años y – como no podía ser de otra manera – naturalmente también el Jazz tradicional de Nueva Orleáns, me dio una pista:

 

Su bisabuelo, Alcide “Yellow” Patrick Nuñez, nació el 17 de marzo de 1884 como hijo menor de Víctor Nuñez y Elisa Chalaire (de procedencia francesa) en una familia con muchos hijos en San Bernardo. Los Nuñez eran emigrantes canarios (aparecen en las listas de embarque y probablemente eran oriundos de La Laguna, Tenerife) y sus antepasados llegaron, según Robert, en 1789 a Chalmette, Luisiana, asentándose en San Bernardo (a 8 millas río abajo de Nueva Orleáns). También él, Robert, nació allí.

Alcide se crió en circunstancias humildes en su pueblo natal y de adolescente se mudó con sus padres a Nueva Orleáns. El famoso percusionista y más tarde “maestro espiritual” de Alcide, Jack “Papa” Laine, vivía en el vecindario y se acordaba de que Alcide, ya de niño, dominaba perfectamente el silbato de hojalata (tin-whistle). Y su hijo contaba que Alcide era capaz de fabricar un instrumento de música de casi cualquier objeto. Así convirtió por ejemplo una vieja caja de puros y unas cuerdas de guitarra en un banjo. Músicos o aquellos que querían serlo, no podían permitirse el lujo de comprar caros instrumentos de música – claro, simplemente eran jornaleros o esclavos – y la escasez agudiza el ingenio: de la vieja caja de puros al banjo, de la tabla de lavar a la batería, las cucharas para marcar el ritmo, un silbato de hojalata, una jarra o una manguera servían de instrumento de viento.

Sus amigos le apodaron “Yellow”, o sea amarillo, probablemente por el color de su tez y el parecido con el protagonista “Kid Yellow”, una caricatura homónima de un periódico popular de 1890.

Nuñez empezó tocando la guitarra, pero cambió, sin más, al clarinete en 1902. ¡Como tenía un oído absoluto, se dice que improvisaba de una manera genial, sabía transformar sin dudarlo el blues más salvaje y eso sin saber leer partituras!

Pero sin conocimientos de lenguaje musical, el joven Alcide no podía trabajar como músico a tiempo completo. Así se ganaba la vida como conductor de una yunta de mulos. Apropósito, los Isleños eran famosos por adiestrar bueyes y mulos como animales de trabajo.

Junto a su sobrino, Harry Nuñez (violinista y otro pionero del Jazz de esta familia) tocaban en la Frank Christian’s Band. Más tarde Nuñez fundó su propia banda, hasta que el percusionista Papa Jack Laine (que titulaban como “primer músico de Jazz blanco”) lo fichó para su banda Reliance brass and dance bands en el año 1905. Papa Jack fue famoso como descubridor de jóvenes talentos y como primer director musical en este mundillo. Sobre Nuñez el viejo Jack Laine decía “Oh Boy! Wonderful!” – un chico estupendo, tocaba en sus bandas “for years and years and years” – o sea durante muchos años. Ya alrededor de 1910 Nuñez fue el primer clarinetista de Nueva Orleáns y famoso por sus improvisaciones.

 

A principios de 1916 un promotor de Chicago buscaba una banda, que iba a representar el “Sonido de Nueva Orleáns” y dio con cinco músicos blancos, que tocaban regularmente en las diversas bandas de Papa Jack Laine. Los invitó a una contrata en Chicago:

La Stein’s Dixie Jass Band bajo las órdenes del percusionista Johnny Stein y de los músicos Alcide “Yellow” Nuñez (clarinete), Nick LaRocca (corneta), Eddie Edwards (trombón) y Henry Ragas (piano), dio su primer concierto el 3 de marzo de 1916 en el Schiller Café de Chicago. Tuvieron éxito, la gente abarrotaba la sala y el público pedía fervorosamente “Queremos más Jass!”. La formación original se separó a los tres meses del jefe de la banda, Johnny Stein - los músicos exigían mejores condiciones, más dinero y consiguieron ambas cosas:

LaRocca (ahora también jefe de la banda) fundó con Alcide Nuñez y Eddie Edwards en Chicago la Original Dixieland Jass Band. De sus tiempos de Nueva Orleáns Nuñez conocía a Tony Sbarbaro y lo trajo como percusionista. La primera banda blanca de Jazz tuvo un éxito muy sonado, una carrera relámpago y su actuación causaba furor, como escribía el Chigaco Herald el día 30 de abril de 1916.

El éxito les subió a la cabeza y Nuñez y LaRocca acabaron peleándose. Se dice que echaron a Alcide por sus problemas con el alcohol. Es más probable que el miembro fundador, Alcide, dejara la Original Dixieland Jass Band por razones de derechos de autor. Porque ya en febrero de 1917 grabaron el primer disco de Jazz jamás editado con los títulos Livery Stable Blues y Dixieland Jass Band One-Step. ¡Llegaron a vender un millón de ejemplares de este disco! ¡Imagínate, en 1917! La Original Dixieland Jass Band causó sensación en todo el mundo, un nuevo estilo había nacido: el Dixieland Jazz de los blancos del sur de los Estados Unidos.

Pero desde entonces sin Alcide y ahora lo explico:

¡El exitazo Livery Stable Blues fue compuesto por Alcide Nuñez y Ray Lopez (trompeta) y también registraron los derechos de autor! Eso se les había “olvidado” a los chicos de O.J.D.B. y tuvieron un acalorado pleito sobre los derechos. Durante el juicio Nick LaRocca se vanagloriaba de ser el “Cristóbal Colón del Jazz”, a lo que Nuñez contestó escuetamente “Blues es blues!”. El juez no pudo con esto y no reconoció el derecho de autor a ninguno de ellos, porque fue imposible dar con los verdaderos autores. Los periódicos anotaron jocosamente que “los así llamados músicos de Jazz con su música cachonda, se pelearan jurídicamente por unas partituras que ellos mismos no sabían descifrar”.

Alcide Nuñez no se dejó espantar, porque tenía fama de ser “The world’s greatest Jazz Clarinetist” – el clarinetista de Jazz más grande del mundo, y volvió a Nueva Orleáns en 1918. Fue cofundador de los Louisiana Five, la banda del percusionista Anton Lada. Con esta banda se fue a Nueva York en 1919. Grabaron incontables discos y fueron muy populares. Hay algunas grabaciones de esta época, en las que se puede escuchar la virtuosa interpretación de Alcide Nuñez.  Y así hizo giras por todos los Estados Unidos desde Nueva York a Baltimore y a partir de 1922 tocaba en el club de moda de aquella época Kelly’s Stables en Chigaco.

A mediados de los años veinte Nuñez empezó a tener serios problemas con sus dientes y los fue perdiendo todos poco a poco. Le entró pánico de no seguir siendo capaz de tocar el clarinete profesionalmente y volvió con su mujer y sus hijos a Nueva Orleáns en 1927. Menos mal, con el remedio de sus “dientes postizos” consiguió un trabajo en la policía, como clarinetista y al banjo en la New Orleans Police Band. Y también conducía un coche de patrulla, volviendo a sus inicios. El 2 de septiembre de 1934 Nuñez fallece repentinamente de un infarto de corazón a la edad de 50 años.

 

Nueva Orleáns, Chigaco, la prohibición, los pioneros del Jazz de ascendencia canaria, el Charlestón, los “Flappers”, el derecho al voto de las mujeres, los gángsteres, la crisis financiera, los inventos…. a ver que me espera en los locos años veinte, que más voy a descubrir, que ni tú ni yo sabíamos…